7.11.10

Mañana(más)

Oh, querido, oh. Creo que nunca antes había visto nada tan glorioso y aberrante al mismo tiempo. Creo que en silencio te pedí que me mataras y has llegado tarde porque el tiempo lo ha hecho por ti. Se ha llevado por delante la masa, los músculos, la esperanza,  y ha dejado en su lugar una montaña de huesos inconexos que me agujerean la piel  desde dentro como si de dientes hambrientos se tratase. Te dedico una sonrisa de encías sangrantes porque los muñones de mis manos son incapaces de siquiera acariciarte. Lo siento, darling, se me han podrido las ideas y ahora sólo vomito jirones de mi materia gris, aguardando el día en que el alma me atraviese el corazón y se lo coma hecho pedazos, al son de alguna melodía de Bach y sin masticar. Ojalá llegue el día, pronto, en que mi espíritu engulla todo mi cuerpo inútil para que desaparezca mi cáscara derretida y deforme. OH.