20.9.10

Me cansan sus vidas repletas de palabras bonitas y esperanzas, sus historias sobre fondos blancos, sus ilusiones. Me agota su crédulo entendimiento cuando en realidad no pueden entender que lo que yo necesito no es dormir más aunque me lleguen las ojeras hasta los pies, que no necesito comer más porque me obsesione con perder diez kilos. Lo que necesito es otra cosa. Lo que necesito arrancarme el pelo de la cabeza con desesperación y apuñalarme las entrañas con saña, con ira. Necesito llorar como no he llorado nunca y retorcerme en el suelo de dolor, de puro padecimiento mientras me estoy muriendo. Morirme, necesito morirme. Es parte de mi rutina.