13.8.10

A través de fantasmas

No he dejado de pensar. Vuelven las despedidas, vuelven las tardes frías y las noches de viento que arrastra mi piel caída lejos del remordimiento. Porque sí, se me cae literalmente la piel a cachos quizá metaforizando mi propio desmoronamiento interno. Todo me sabe a intestinos revueltos y demasiada sal en el cerebro. Todo me recuerda que, en realidad, nunca olvidé. Y se enajenan entonces mis ideas sobre el amor, el dolor y todo lo que llevo dentro. Se propaga entonces la locura contaminando mis huecos como una plaga divina extendiéndose sobre las depresiones no tan retóricas de mi cabeza. Y yo sin recordar cómo empecé a escribir y sin poder dejar de revolver recuerdos, pero sabiendo que sólo quiero quererte. Y así es como te enredas y adentras tú en mi cuerpo. Para no salir y morir en mí, implosionando muro adentro.