Yo también estoy teniendo pesadillas... Y cuando abro los ojos, no encuentro otra cosa que oscuridad. Me enfrento a los miedos que no entiendo con el cerebro a punto de explotar sobre las sábanas húmedas de sudor frío o de soledad, entre el continuo y perdurable dilema sobre la jodida identidad propia.
El buen tiempo aparece con tanta velocidad como desaparece, y las ganas de evaporarme aumentan según llegan nuevos meses como torrentes de ácido consumiendo el tiempo. Me consta que respirar me obliga a perder segundos, pero lo necesito. Necesito olvidarme del mundo por un momento. Necesito un mundo para olvidarme del momento. Necesito morir entre la anulación de la inspiración y los minutos disecados, ante la esperanza del fin del universo y del comienzo de algo más, de todo lo demás. Necesito morir cuando te miro a los ojos y sonrío sin que lo que nos rodea me importe, necesito sentir cómo se desvanece la realidad cuando me sumerjo en tu presencia, cuando dejo de pensar y vuelvo a vivir (o a querer hacerlo), de verdad.
