Le has devuelto la emoción a la música y ha vuelto la luz como un cáncer irreversible y totalmente demoledor, cosiendo entre lágrimas todo el dolor a la felicidad para que pueda sonreír incluso cuando no estás y no puedes escuchar. Y es bajo el Sol donde se deshace, como papel quemado, ardiendo en el deseo inevitable de tu piel. Esperando irremediablemente que en algún momento abras su cuerpo en canal para arrancarle el corazón y desgarrarle las entrañas, anhelando que la inminente explosión de tu locura le dé alcance y la lleves así contigo.
En ocasiones, demasiado débil, ansía con desesperada ilusión que desaparezcan los recuerdos y con ellos el horror. Imagina cómo sería una caricia no dolida, las almas aún con ganas de vivir. Ilusa. En el fondo no quiere asumir que la tristeza le da a todo un toque mucho más paradójicamente imprescindible. Como tú, que, entre palpitaciones aceleradas y cerebros mal colocados y a punto de estallar, te has vuelto total y plenamente indispensable. Tanto como la contaminación de su propio espíritu, tanto como el engranaje de tu sufrimiento encajando a la perfección con su demencia.
Su destrucción, la inspiración, la base de la creación. Ella. Ha vuelto con la coherencia del caos. Ha vuelto a pudrirse en este macabro orgasmo que es esta puta vida y a enloquecer junto a ti.
65daysofstatic, Come To Me (ft. Robert Smith)
