17.2.10

La otra mitad

Me duele la cabeza. Estoy volviendo a empezar, buscando de entre toda mi música la que nunca pensé en volver a escuchar ahora por miedo a revivir sensaciones, por temor a volver a destruirme con el ansia del silencio, a desnivelar lo poco que consigo mantener en equilibrio. Estoy dejando que pasen los días, que se me consuma la vida, sintiendo que me cuesta respirar y que todavía sigo queriendo olvidar. Estoy dejando de ser, de estar. Se me diluyen las horas de forma directamente desproporcional a mi desasosiego mientras consumo mi tiempo con cada calada, con cada palabra callada. Y así me pudro. Me descompongo sin poder evitarlo. Agradeciendo que en los días de lluvia salga poco el sol, agradeciendo que el cansancio me impida reconocer mi propio rostro cuando me devuelve la mirada desde el espejo; que las semanas se sucedan para que pueda encerrarme y liberarme sin descanso, para que no me quede tiempo, para que no pueda pensar. La sobriedad me arrincona, me he dado cuenta. En el fondo soy tan cobarde como muchos otros, o como todos ellos.
Despierto deseando cerrar de nuevo los ojos. Deseando encontrarte a ti cuando quiero huir y me escondo entre las sábanas para que contrarrestes mi locura con la tuya, para que me beses y así me olvide de seguir pensando.


Radiohead, No surprises