Antes de desconectar.

El primer paso hacia la destrucción es asumir que estás jodido. El segundo es darse cuenta de que no harás nada que conduzca al cambio. El tercero es aceptarlo, empezar a alimentarse de la propia putrefacción y disfrutar del agrio sabor y textura áspera de las lágrimas.
Cuando ya no buscas esperanza en lo que dices porque no quieres siquiera encontrarla. Así se traza la espiral, así se entra en el bucle. Así me abordan los días. Sin sed, sin hambre, sin sueños. Sin querer despertar, sin querer respirar. Sin querer luchar. Sin pensar en seguir haciéndolo.
Me recreo en lo que en otros tiempos fui, fuimos. En lo que podríamos haber sido, en lo que nunca podremos ser, en lo que tendremos que seguir siendo. Me pierdo en los esbozos de lo que en algún momento me pertenecía, de lo que no sólo veía pasar. Me fundo. Me hundo en el fango. Me hundo en mi propia vida. Descolocada. He perdido de nuevo batalla. Otra vez será.

Tachón.
Arrugo con rabia el boceto de mi existencia, me trago la tinta de mis palabras y decido escapar.


Cat Power, I found a reason