15.11.09

temprana demencia.


La absurda pero imprescindible necesidad de sentir cómo se destruyen los esbozos de su felicidad controla su vida. El miedo a todo, y a nada. Sentirse presa de la existencia, a fin de cuentas. Es entonces cuando la vacuidad emocional domina sus actos. Es entonces cuando arriesgar es lo único que le queda, y lo sabe. Pero quizá ya haya empezado a morir. Quizá lleve muriendo demasiado tiempo. Quizá uno sólo vive hasta que se cansa de perder y decide no volver a mover ficha, o a salir en escena. Quizá sólo se existe hasta que el sentido de la locura se pierde y se abandona la partida, o el escenario. Quizá ella se consume desde siempre sin saber, o poder, o querer verlo y ahora tiene miedo. Ese miedo que hace dar un paso atrás. El miedo que se asfixia lejos de la oscuridad escondiendo la cabeza bajo las sábanas. El que se apaga con una ración de vicio exagerada, cuando el pasado vuelve y el frío no se va, cuando da igual tener que volver a madrugar, y ni siquiera puede vomitar, cuando no importa ver amanecer una vez más, cuando es lo mismo abrir los ojos otra mañana que no llegar a despertar.


NSF Destroy, Soul Cooper (Sub Remix)