22.10.09

Colocada.


De nuevo en mi sitio, en el lugar al que pertenezco.
Es la sensación constantemente reiterada. Perderme en la lluvia desnuda, ensordecer un posible sollozo bajo los torrentes de agua caliente mientras no dejo de sangrar. Siento cómo las gotas escurren por mi pelo. Siento cómo llegan a mi piel. Cómo me traspasan. Joder. Siento. Y me doy cuenta de que soy extremadamente feliz al mismo tiempo que sufro de una manera atroz. No hay luz y aún así cierro los ojos. El vapor rodea mis soledades. Quedo atrapada en el vaho, en el abrazo húmedo de la niebla. Me purifico. Y pienso. Pienso en su voz, el Paraíso lejano que me arropa de madrugada, en las noches de frío, en la distancia. Pienso en la vida. En mí. En las vueltas que no deja de dar el mundo. Ni yo. Pienso en las espirales laberínticas por las que mis pasos flotan. Echaba de menos pensar. Echaba de menos darme cuenta de tantas cosas...
Las nubes me envuelven, me inundan, me drenan. Me vuelvo un halo de silencios. Glorificada. La espuma se arremolina a mis pies. Comienza a girar resbalando por el desagüe, camino al infinito. Rumbo al lugar al que yo he vuelto a diversificarme.


The Pixies, ¿Where is my mind?